En los últimos dos años, la tendencia a la alza de las extorsiones denunciadas se ha detenido, los datos indican que esto se relaciona más con la eficiencia de los grupos criminales que ya no se conforman con sólo llamar, sino que ahora tocan a la puerta de las casas y los negocios. Veamos…
En 2023, la cantidad de víctimas de extorsión en México disminuyó 0.8%, pasaron de 11 mil 39 a 10 mil 946, en términos nominales representa un avance en materia de seguridad.
La Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública (ENVIPE) estima que en el mismo año se cometieron 4.9 millones de extorsiones, una tasa de 5 mil 213 extorsiones por cada 100 mil habitantes, 3.1% más que en 2022 (5,056), esto se explica por la cifra negra del delito que alcanza el 96.7%.
Lo más interesante es el desplazamiento de las extorsiones telefónicas hacia modalidades presenciales, esto representa un cambio significativo en el panorama delictivo, aún cuando pudieran parecer cambios porcentuales menores.
Durante 2023, se detectó que las extorsiones vía telefónica cayeron a su mínimo en 85.6%, desde que se aplica la encuesta en 2012, y el porcentaje de extorsiones que se pagaron creció a un máximo de 12.9%, es decir hay menos extorsiones por teléfono, y las peticiones de extorsión se pagan más.
Si seguimos a la extorsión, se hace más presente donde se genera empleo y riqueza, en la Encuesta Nacional de Victimización de Empresas (ENVE) señala que en 2023, ocurrieron 747 mil extorsiones, es decir 1 de cada 4 empresas las sufren (25.5%), es el delito con mayor incidencia.
Los datos generales muestran que es un delito a la baja, pero en términos de impacto no es así, las extorsiones en calle, establecimiento o cobro de piso alcanzaron un máximo desde hace 10 años, y también las extorsiones que se pagan, ambos datos van de la mano.
Hoy en día, las empresas atraviesan una crisis debido a la extorsión, cada vez más negocios las pagan. Estamos en el peor momento desde hace 10 años con una tendencia que no parece decaer, lo contrario está viento en popa…
En conclusión, la extorsión en México sigue siendo un problema grave que requiere una atención urgente, su evolución hacia modalidades más violentas y directas demanda una respuesta contundente por parte de las autoridades.
¿Ustedes qué opinan?
Datos duros y realistas. Pero, ¿por qué no se ve reflejado en la percepción de seguridad?
La extorsión es un delito que afecta principalmente al sector de empresas y empleadores quienes representan apenas 3.5 millones de la población, frente a los 128 millones de habitantes.
La afectación de la extorsión al grueso de la población es indirecta, afecta al sector económico que decide no invertir y crear empleos para el resto de la población.