2024 cerró con ingresos por remesas históricos que ascienden a 64 mil 745 millones de dólares, un incremento del 2.3% respecto a 2023. Suman 11 años consecutivos con alzas, pero desde 2021 este aumento se ha desacelerado, de hecho, la tasa de crecimiento de 2024 es la más baja desde la última vez que cayó en 2013 (-0.8%).
Esta tendencia de desaceleración se hizo presente durante el año, si lo analizamos por mes, encontramos que en 6 meses de 12 registraron una variación negativa respecto a su mismo mes de 2023.
En diciembre, los ingresos por remesas fueron de 5 mil 227 millones de dólares, una disminución de 4.9% respecto a diciembre de 2023. Esta tasa negativa es la más baja desde mayo de 2013 (-10.4%), y es la más baja para un mismo mes desde diciembre de 2009 (-12.5%).
Esto plantea desafíos para México, si bien las remesas han sido un pilar para nuestra economía, su debilitamiento podría tener efectos adversos.
Es importante que gobiernos, empresarios y sociedad trabajen juntos para diversificar las fuentes de ingresos del país y reducir la dependencia de las remesas como fortalecer la economía nacional, promover la inversión en sectores estratégicos y generar empleos con mejores condiciones para fomentar el desarrollo regional, y que todas las comunidades puedan prosperar, independientemente del flujo de remesas.
En nuestro siguiente artículo, veremos cómo se comportaron las remesas a nivel estatal.
